Biografia

Se ha erigido por derecho propio en el segundo campeón del mundo más joven de la historia del motociclismo mundial y, desde luego, en el más tempranero de los españoles, pero tras ese título se encuentran la ilusión y empeño de otro campeón, Alberto Puig, que no lo pudo ser nunca al sufrir un gravísimo accidente.

Alberto Puig comenzó a destacar en la categoría reina en la época en que el australiano Michael Doohan era el claro dominador, pero tras sufrir un grave accidente en Le Mans (Francia), en busca de la "pole position", tuvo que adoptar la decisión más dura de su vida, ya que tras intentarlo todo acabó por retirarse de la competición.

Pero Puig no podía vivir sin estar cerca de las carreras y a la postre acabó entregándose de lleno a la promoción y descubrimiento de jóvenes talentos al aceptar el encargo de Telefónica Movistar de organizar lo que se llamó la "Movistar Activa Joven Cup", que aunque tuvo una vida muy efímera, apenas dos años, logró sacar de sus entretelas un talento llamado Daniel Pedrosa.

Aunque quizás no sirva la metáfora, fue casi un amor a primera vista. La familia de Daniel Pedrosa había intentado que su hijo, muy aficionado a los deportes del motor, disputase las copas de promoción de entonces de Aprilia o del RACC de Catalunya, pero les faltaron apoyos y recursos y fue un año después cuando supieron por un amigo de la creación de la "Movistar Activa" y decidieron apuntar a su hijo, quien por entonces no sabía ni tan siquiera cambiar las marchas en una moto, pues todas sus competiciones había sido con motos automáticas.

El cambio de las minimotos a las motos de carrera con que se disputaba la "Movistar Activa" era demasiado grande y por ello que el propio Dani comentase cual fue la opción que eligieron para afrontar con ciertas garantías las pruebas de selección que una semana después realizaba en el circuito del Jarama de Madrid Alberto Puig.

"El fin de semana anterior aprendí a pilotar con marchas en una moto que me prestaron, en un polígono industrial cerca de mi casa. En el Jarama había mucha gente y, la verdad, es que estaba algo asustado, pues tampoco había corrido nunca en un circuito y en la primera vuelta la pista me parecía tan ancha como una autopista y la moto era tan alta que los pies no me llegaban al suelo", explicó el ya flamante campeón del mundo de 2003.

A pesar de todos los inconvenientes, Daniel Pedrosa pasó las primeras pruebas de selección, en las que Alberto Puig ya se fijó en él y junto a Raúl Jara y Joan Olivé formaron equipo para el campeonato de España, que disputaron en 2000. De las seis carreras que formaban el campeonato no consiguió acabar dos de ellas, pero en las cuatro restantes fue el más rápido de los entrenamientos y concluyó la competición en cuarta posición, por detrás de Joan Olivé, que se proclamó campeón, Raúl Jara y el propio Toni Elías.

Tras concluir aquella campaña, Alberto Puig le llamó para notificarle que era el elegido para correr el campeonato del mundo, un sueño se había hecho realidad. "No podía creérmelo, era como un sueño, en la primera carrera en Suzuka estaba en los últimos puestos de la formación de salida, sólo había tres filas por detrás mío y nunca antes había visto tantos pilotos corriendo juntos y, sobre todo, con tanta agresividad. En la primera curva me asusté, pero nunca más me ha vuelto a ocurrir", reconoció sobre aquél momento.

Durante el año 2001 se dedicó a aprender el máximo posible, pero aún así logró dos podios, un tercero en Valencia y otro en Motegi. El 2002 debía ser el año de su consagración, contaba en todas la cábalas para ser campeón del mundo, logró nueve podios y seis pole position, pero a la postre se tuvo que conformar con la tercera plaza final.

Daniel Pedrosa, nacido el 29 de septiembre de 1985 continúa viviendo con sus padres en Castellar de Vallés, una localidad muy próxima a Sabadell y no deja de ser lo que representa, un joven que se emociona hasta llorar en los grandes momentos, como el vivido en Sepang al proclamarse campeón del mundo, sin que transcurridos los minutos lograrse recuperar el aliento y que tiene como entretenimientos el de cualquier joven de su edad, con especial predilección por los vídeo juegos. Reconoce que algunas veces va a discotecas, pero le gustan más los juegos de ordenador, pues "las motos y los coches son muy reales, el comportamiento de la moto es muy parecido al de una de verdad".